Imagínate que ahora mismo todos nos quedáramos mudos, imagínatelo. Sería una hecatombe, ¿no crees? ¿cómo seríamos capaz de relacionarnos? Con el tiempo acabaríamos encontrando la manera y acostumbrándonos a ella. Pero, pongámonos en situación; nos acabamos de quedar mudos, queremos hablar y no salen las palabras, nos hemos quedado sin voz, en silencio, agonizando... Solo quiero decirte una cosa, aun que no me hacen falta las palabras para decirtelo. Pon tu mano sobre mi corazón, ¿oyes como grita lo muchísimo que te quiere?
No hay comentarios:
Publicar un comentario