«Todo es más fácil» dices. Tienes razón. Todo podría y debería ser mucho más fácil, complicamos las cosas demasiado. Pero tenemos un pacto de mutuo acuerdo: tú no eres sin mí y yo solo soy contigo.
Nos sacamos de quicio el uno al otro demasiado a menudo, no paramos de picarnos y de hacernos rabiar. Y la mejor parte de todas llega cuando me enfado y dices: «qué bonita te pones cuando te enfadas». ¡Maldita sea! ¡Es imposible no ablandarse! Aunque intente hacerme la dura y guardarme la sonrisa, por mucho que intente reprimir mis ganas no soy capaz. Finalmente lo consigues.
Es difícil tratar de aparentar ser una tipa dura cuando en realidad eres un cachito de pan, pero todavía es más difícil hacerlo cuando una persona te ha pillado, cuando se te ha colado hasta lo más dentro de ti, y sabe perfectamente como te sientes, qué quieres, qué no quieres y qué necesitas con tan solo mirarte a la cara, y a veces tan solo con oírte respirar. Puede que me de un poco de miedo que alguien haya sido capaz de conocerme así de bien. Se acabaron las señas que dan partidas, los trucos y los ases bajo la manga. Ahora tienes a alguien que conoce de memoria cada uno de tus movimientos. Este es mi fin, me tienes calada.
Qué lindo es saber que tenés a alguien que te conoce lo suficiente como para hacerte sentir así! Cuida mucho a esa persona!
ResponderEliminar