Creo que se merece un descanso por hacer el doble de su trabajo de vez en cuando, tal vez el triple de lo normal. Por latir cien veces más deprisa, por acelerarse y correr más que Usain Bolt. Por destrozarse, romperse, recuperarse, cicatrizar y seguir adelante. Por querer, dejar de querer, odiar y latir al mismo tiempo. Sí, creo que mi corazón se merece un descanso, un buen descanso. Pero el suyo es el peor de los trabajos, y ahí no hay vacaciones, así que solo le puedo pedir que afloje, por muy difícil que sea, aun que cuando te vea sea imposible que no se dispare. Maldito seas tú, tu mirada, tu sonrisa, tu todo.
Que entre tú y yo, ni siquiera piel con piel es suficiente.
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