martes, 1 de noviembre de 2011

Rompamos esquemas.

- Desde luego, contigo no hay manera.
- Cuando llego pronto no la armas.
- Nadie te dice que tengas que llegar pronto, simplemente que respetes los horarios. Antes de la hora no es aún la hora, y después de la hora, ya no es la hora.
- ¡Qué manía! Numéricamente el resultado es le mismo. Si haces un balance de adelantos y retrasos seguramente soy la persona más puntual del planeta.
- Yo preferiría que fueras impuntual en ambos sentidos y no te alejaras de la hora fijada más de cinco o diez minutos.
- Pues ya sabes que eso es imposible. O mucho o poco, pero lo justo es una vulgaridad.

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