Hay muchas formas de matar, y de morir. Pongo la mano (y el corazon) en el fuego a que no todas duelen igual. Igual que no todos tienen la misma capacidad para crear ese dolor.
Está en nosotros otorgar el poder a alguien para que sea capaz de matar(nos) o no.
Las palabras también matan. Y más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario