Lo peor que me ha pasado este verano ha sido enamorarme de Irlanda. Enamorarme de sus pubs, de su música, de sus calles... Enamorarme de mí. De cómo era allí.
Enamorarme de un sitio que no es el mío lo único que me hace pensar es que no era mío. Este no es mi sitio, no es mi gente, (Contradiciendo a SKA-P) no son mis calles...
Me encanta Salamanca, me parece la ciudad más preciosa que hay. Cuando vine de Irlanda la veía incluso más preciosa si cabe... Pero no puedo ser como era allí, ni puedo quererme como me quería allí.
Creo que este no es mi sitio, y cada día lo tengo más claro.
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