ninguna pena me duele tanto como aquellas que te he causado yo a ti.
Qué sería mi vida sin el corazón que me la da. Estoy hablando de ti, como siempre que guardo silencio con una sonrisa en los labios y la tuya detrás de los párpados.Y mira, que cómo no íbamos a poder llenar todo este espacio que nos separa si tú un día conseguiste no dejar hueco al vacío que me colmaba a mí. La distancia no existe, es el olvido. Y yo prometo acordarme siempre de no olvidarte jamás. Agosto me sabe a chocolate y a marcas en los codos de las escaleras a las que el sol se asomaba para verte, y a risas y alguna que otra lágrima que lo único que empañaba era el futuro de vete a saber qué imbécil si osaba cruzarse conmigo, pero jamás tu ánimo.
Sin ti, los días pasan de mí.
Y yo de vivirlos con ganas.Cuando me pregunten dónde vivo sobre un mapa seguramente no sepa señalar mi casa, pero dime siempre dónde estás por si lo que quieren saber es cuál es mi hogar. Tú no cumples años, ellos te van a cumplir a ti lo que te de la gana, y esto quiero que lo sepas. Que me leas como me vives: con los ojos bien abiertos y esa sonrisa que cumple lo que promete.
Como esa canción que no puedes quitarte de la cabeza, pues tú igual, pero en mis manos.
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